Varices
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Las varices son venas retorcidas, agrandadas, situadas superficialmente debajo de la piel. La mayoría de las veces, se desarrollan en las piernas y las venas dilatadas están generalmente en los tobillos. La enfermedad venosa puede ser completamente asintomática. Las venas varicosas generalmente son reconocidas por el paciente por la visión venosa de cuerdas torcidas, hinchadas, azules, justo debajo de la superficie de la piel. Si se presentan síntomas, suelen ser leves y pueden incluir: un dolor sordo, una sensación de ardor o pesadez en las piernas, se amplifican los síntomas durante el día o después de largos períodos de pie o sentado; inflamación leve, generalmente sólo en el pie y en el tobillo; y prurito en la piel (picor) por encima de las venas. Los síntomas pueden empeorar o pueden ocurrir complicaciones tales como: un edema de la pierna (líquido en los tejidos del pie y la consiguiente hinchazón del miembro); una importante inflamación y dolor en la pantorrilla después de largos períodos de estar sentado o de pie, cambios de color de la piel (pigmentación de estasis) alrededor o por encima del tobillo; piel seca, estirada, hinchazón, picazón y piel escamosa (ninguna capa córneal de la piel) en las venas.
Causas y factores de riesgo
Las causas de las venas varicosas son: el aumento de la presión en las venas de las piernas; el daño en las venas de la pierna; el daño en las válvulas de las venas (estructuras anatómicas que impiden el flujo de sangre sólo en una dirección) de los pies. La enfermedad venosa a menudo funciona en las familias. Las personas nacen con válvulas cardíacas defectuosas o las paredes venosas son más delgadas o desarrollan estos cambios más adelante en su vida. Los cambios hormonales que ocurren durante la pubertad, el embarazo o la menopausia, así como con la administración de estrógeno, progesterona o las píldoras anticonceptivas, pueden contribuir a la aparición y desarrollo de las varices.
Diagnóstico y tratamiento
Afortunadamente, por lo general, el tratamiento no significa una hospitalización o una recuperación larga o incómoda. Gracias a los pocos procedimientos invasivos, las venas varicosas, generalmente pueden ser tratadas de forma ambulatoria. El autocuidado, como el ejercicio, perder peso, no usar ropa ajustada, elevar las piernas y evitar largos períodos de pie o sentado, puede aliviar el dolor y prevenir que las venas varicosas empeoren. ...