Acné
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El acné es un trastorno crónico de la piel causado por la inflamación de los folículos pilosos y las glándulas sebáceas . El tipo más común es el acné vulgar, que casi siempre se desarrolla en la pubertad. Sin embargo, puede aparecer a cualquier edad. El acné es una afección cutánea que causa espinillas o granos. Esto incluye puntos blancos, espinillas y manchas rojas e inflamadas como quistes.
Causas y factores de riesgo
El acné puede ser provocado por: los cambios hormonales relacionados con la pubertad, el período menstrual, el embarazo, las píldoras anticonceptivas o el estrés, cosméticos grasos o aceitosos y productos para el cabello, ciertos medicamentos como los esteroides, la testosterona, los estrógenos la fenitoína, altos niveles de humedad y la sudoración.
El acné se desarrolla en áreas de la piel con una alta concentración de glándulas sebáceas, los lugares en los que más comúnmente ocurren son principalmente la cara, el pecho, la espalda, los hombros y alrededor del cuello.
Milia (puntos blancos), comedones (puntos negros), nódulos (protuberancias firmes debajo de la piel) y quistes (inflamaciones más grandes llenas de líquido) y sobre todo los quistes, dejan cicatrices después de curarse, lo que puede causar angustia emocional en algunas personas.
Otros factores que no suelen jugar un papel importante en el acné, pero a veces contribuyen a él son: la herencia, la alimentación, la suciedad
-por otra parte, el lavado excesivo puede secar e irritar la piel- y el estrés. En algunos pacientes, también pueden ser factores contribuyentes: la presión de los sombreros o cascos, sujeciones en la barbilla, los collares o tirantes, medicamentos que contienen yoduros, bromuros, o esteroides orales o inyectables, medicamentos anticonvulsivos y el litio, y las ocupaciones que impliquen la exposición a productos industriales como aceites y cosméticos; Algunos cosméticos y productos de cuidado de la piel son causantes de la obstrucción de los poros.
Diagnóstico y tratamiento
No existe una cura instantánea para el acné, aunque el lavado de las zonas afectadas dos veces al día puede ayudar a mantenerla bajo control, también algunos tratamientos tópicos con medicamentos, tales como peróxido de benzoílo o ácido retinoico, desbloquear los poros y promover la cicatrización ayudan a remediarlo. Si el tratamiento tópico ha fracasado puede utilizarse el tratamiento farmacológico oral con antibióticos, hormonas o isotretinoína .
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