Contusión (magulladura)

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Descripción

Un hematoma (también conocido como contusión) se produce cuando los pequeños vasos sanguíneos se dañan o rompen como resultado de un golpe en la piel (ya sea chocando contra algo o golpeándose con un martillo). El área se eleva como resultado de un golpe o magulladura por el goteo de sangre de los vasos sanguíneos lesionados en los tejidos, como respuesta del cuerpo a la lesión. La equimosis es un moretón violáceo y plano que se produce cuando la sangre se filtra hacia las capas superiores de la piel.

Causas y factores de riesgo

Como cualquier hematoma, una contusión siempre es causada por una hemorragia interna en los tejidos intersticiales, generalmente iniciados por trauma contundente, que causa daño físico a través de la compresión y las fuerzas de desaceleración. Un trauma suficiente para causar una contusión puede ocurrir entre una amplia variedad de situaciones, incluyendo accidentes, caídas y cirugías. Los estados de algunas enfermedades, tales como plaquetas insuficientes o mal funcionamiento u otras deficiencias de coagulación, o trastornos vasculares, tales como la obstrucción venosa asociada con alergias graves, pueden conducir a la formación de hematomas en situaciones en las que normalmente no se producen y con sólo un mínimo trauma. Si el trauma es suficiente para romper la piel y permitir que la sangre se escape de los tejidos intersticiales, la lesión no es un moretón, sino una variedad diferente de hemorragia llamada sangrado, aunque este tipo de lesiones puede ir acompañada de hematomas en otras partes.

El aumento de presión en el tejido provoca que los capilares se rompan bajo la piel, permitiendo que la sangre escape y se acumule. A medida que pasa el tiempo, la sangre se filtra hacia los tejidos circundantes, causando que el cardenal se oscurezca y se propague. Las terminaciones nerviosas dentro del tejido afectado detectan el aumento de la presión, que, dependiendo de la severidad y la localización, pueden ser percibidas como dolor, presión o ser asintomáticas.

Diagnóstico y tratamiento

El tratamiento de las contusiones es mínimo y puede incluir reposo, hielo, compresión y elevación, analgésicos y, más adelante en la recuperación, suaves ejercicios de estiramiento.

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