Absceso pulmonar (acumulación de pus)

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Un absceso pulmonar, es una acumulación localizada de pus asociada con la necrosis del tejido pulmonar. El absceso es básicamente una cavidad que se forma en el tejido pulmonar, amurallada por tejido fibroso y llena de pus, residuos celulares, microbios y células blancas de la sangre.

Un absceso pulmonar es consecuencia de la entrada de microorganismos infecciosos, particularmente bacterias, en el tejido pulmonar. Esto puede ocurrir, ya sea como un absceso solitario o como varios abscesos múltiples.

Causas y factores de riesgo

Cualquier elemento patógeno puede causar la formación de abscesos, pero las bacterias anaeróbicas son los microorganismos más frecuentemente causantes. Si el absceso se desarrolla en un pulmón y un tracto respiratorio sano, se considera como un absceso primario. Sin embargo, puede desarrollarse como una complicación de alguna patología pulmonar subyacente - absceso secundario.

El tamaño del absceso puede variar desde unos pocos milímetros de diámetro a varios centímetros (hasta 5 a 6 cm). El absceso puede comunicarse con un paso de aire (generalmente bronquial) y drenarse parcialmente, llenándose después de aire. En este caso, el pus es expectorado (esputo). Sin embargo, si el absceso se extiende en la cavidad pleural, normalmente a través de una fístula, entonces puede conducir a empiema (líquido alrededor de los pulmones - pus).

Diagnóstico y tratamiento

Para identificar el absceso se llevan a cabo pruebas de imagen. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos por vía intravenosa, aunque la mayoría de los abscesos tendrán que ser drenados a través de la piel (drenaje percutáneo) o quirúrgicamente. Los abscesos pequeños por lo general se resuelven con antibióticos.

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